Al llegar la estación invernal podemos notar como se resienten nuestros dientes. El invierno y los dientes suele estar relacionado con sensibilidad dentaria debido a los cambios de temperatura. Normalmente este tipo de sensibilidad afecta a un tercio de las personas.
Cuando sentimos frío solemos tender a tomar bebidas muy calientes para compensar ese frío y eso hace que nuestras piezas dentales sufran. Es una sensación bastante incómoda e incluso dolorosa en algunos casos.
Este cambio brusco de temperatura en los dientes se siente como una especia de calambre al tomar algo muy caliente (o muy frío, que también pasa el contrario).
El invierno y los dientes; Precauciones
Además de abrigarnos debidamente para no coger ningún resfriado ni catarro, es muy importante tomar ciertas precauciones para que nuestra salud dental no se resienta:
- Cepillarse los dientes con una pasta de dientes específica para dientes sensibles. (Ver nuestro artículo de sensibilidad dental y deporte)
- No usar cepillos de cerdas muy duras que pueda dañar el esmalte de los dientes.
- No tomar bebidas muy calientes. Éstas debido al cambio de temperatura pueden afectar a la pulpa del interior del diente. Además estas bebidas como tés o cafés suelen provocar manchas en el esmalte.
- Tomar una alimentación sana y rica en omega 3 para fortalecer unas encías sanas.
- Proteger los labios para que no se agrieten. Nuestra sonrisa es fundamental. 😉
- No abusar de los cítricos debido a que el ácido que contienen deterioran nuestra salud dental. (Esto no implica que dejemos de tomar vitamina C, pero no es un uso abusivo).
- En el invierno respirar de manera correcta por la nariz y no por la boca.
Y por supuesto conviene visitar regularmente a nuestro dentista de confianza para que nos revise la boca. El profesional además de realizar una comprobación total de nuestra salud bucodental nos ayudará a prevenir posibles problemas, orientándonos y aconsejándonos para afrontar estos días helados y fríos.